No más campamentos de la vergüenza

La situación es insostenible para las personas migrantes en Canarias hacinadas en ‘campamentos de la vergüenza’, abandonadas a su suerte en la calle y en muchos de los recursos de acogida gestionados por ONG como Cruz Roja Española, OIM y ACCEM en todas las islas.

El cierre de la ruta del Mediterráneo en 2019 reactivó las rutas del noroeste africano, mucho más largas y peligrosas (se calculan más de 1700 muertes y desapariciones en 2020 en esta parte del Atlántico). La incapacidad de las instituciones para dar respuesta al aumento en la llegada de cayucos, generó y sigue generando múltiples ilegalidades y sufrimiento humano en esta Frontera Sur en medio del Atlántico.

Meses antes que recorrieran todo el mundo las imágenes del Muelle de Arguineguín, o el ‘muelle de la vergüenza’ como se le llamó en los medios, Canarias ya se había convertido en una cárcel para miles de personas ‘secuestradas’ por las políticas migratorias de la UE, sin posibilidad de continuar
con su tránsito hacia el continente europeo, cerrado por la pandemia. Sin embargo, miles de personas siguen viéndose obligadas a migrar porque no tienen ningún futuro en sus países de origen debido al neocolonialismo que no cesa por parte de los mismos estados que ahora les niegan la entrada.

La respuesta del gobierno español, siguiendo las directrices de la UE, pero aplicando su propia versión, ha sido relegar las islas a un papel de frontera y base para la deportación, alejadas de la metrópoli, frente a las costas africanas y en un lugar estratégicamente cercano a los países de orígen de esta ruta migratoria. Se trata del Plan Canarias que consiste en crear 7000 plazas de acogida temporal a la espera de la deportación, en 7 campamentos, la mayoría situados en terrenos militares apartados, algunos con capacidad hasta 2400 personas, todos bajo la responsabilidad del Ministerio de Inclusión y gestionados por distintas ONG.

En estos campamentos, prácticamente al tope de su capacidad, las condiciones de vida son indignas, las carencias en materia de asistencia legal y traducción gravísimas, se ha denunciado deficiente atención sanitaria y psicológica, ilegalidades como la existencia de numerosos menores en campamentos para adultos, trato racista, acoso y uso de la violencia por parte de las empresas encargadas de la seguridad y de la policía.

Son numerosas las muestras de resistencia por parte de las migrantes, con movilizaciones espontáneas, actos de desobediencia, salida de los recursos de acogida, acampadas de protesta… también las muestras de solidaridad por parte de la población local, la organización de redes de apoyo y en defensa de los derechos humanos. Pero estamos ante una violencia institucional insostenible, un ataque racista a los derechos de las personas migrantes intolerable para un gobierno formado por PSOE y UP y que se considera el mas progresista de la historia, con los medios silenciando lo que aquí sucede mientras nos hablan de la frontera mexicana, criminalizando a las víctimas y, ahora también, a la solidaridad.

Necesitamos que se visibilice en todo el estado lo que está ocurriendo en Canarias para poder terminar con estas políticas criminales, invitamos a colectivos, organizaciones, asociaciones y a toda la población a participar en las movilizaciones que se están organizando para el próximo día 17 de abril en todas las delegaciones y subdelegaciones del gobierno en el Estado español. Tenemos que romper el muro de silencio que legitima que se esté vulnerando el derecho a migrar a miles de personas y que, cada día, con total impunidad, se ejerza el racismo institucional sobre personas que únicamente buscan un futuro para ellas y las familias que de ellas dependen.

#StopSecuestroMigrantes

  • Madrid

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